El número de empresas canarias que se aferran a su última oportunidad se dispara un 52%; no hay ayuda pública capaz de taponar las muchas heridas que la pandemia ha causado al tejido productivo isleño. Lo demuestra el incremento del número de procesos concursales recibidos en los tribunales canarios en el primer trimestre del año. Las cifras ascienden a 67 concurso de acreedores más de un año para otro, y lo peor esta por venir.Sin embargo ya las dos última semanas del primer trimestre de 2020 estuvieron afectadas por el confinamiento y el brusco parón de buena parte de la economía. En mayor o menor medida, el estado de alarma dio motivos a las que estaban al borde del abismo.
La ley faculta también a las personas físicas para recurrir a esta figura jurídica en el caso de encontrarse en un callejón sin salida y no tener manera de hacer frente a las deudas contraídas. Téngase en cuenta que un autónomo no deja de ser un trabajador más, con la única diferencia de que no es asalariado de nadie, sino que es él mismo quien se genera el puesto de trabajo. Las ayudas por cese de actividad puestas en marcha tras el estallido de la pandemia representan en la mayoría de los casos un pequeño porcentaje de los ingresos que este colectivo tenía en condiciones normales.