A tres semanas vistas de lo que, por el momento, es el final de la moratoria concursal, conviene hacer un análisis sereno de las implicaciones que puede tener el final de la moratoria concursal e igualmente, para el caso de que no sea así, esto es, para el caso de que la moratoria concursal sea prorrogada mas allá del 14 de marzo de 2021, convendrá analizar las consecuencias que en varios ordenes tendrá esa prorroga.
Expertos añaden que la moratoria concursal parte de un supuesto erróneo, se prorroga la obligatoriedad de la presentación de concurso hasta que mejore la situación económica ya que, con esa prorroga, no serán tantas las empresas que finalmente entrarán en concurso. Se trata en definitiva de la artificial ilusión de una mejora en la situación económica a corto plazo. No pensamos que ese vaya a ser el escenario que en los próximos meses podamos encontrarnos. Antes al contrario, la actual situación de estancamiento de la economía se va a prolongar al menos hasta bien entrado el 2022, por lo que la situación va a devenir en insostenible para empresas y autónomos al menos durante un año mas.
En este escenario, nada halagüeño, la moratoria concursal se nos antoja una moratoria-trampa, habida cuenta de que prolonga artificiosamente la situación de “coma” de muchas empresas que si bien no acaban de morir, tampoco están vivas en realidad.La moratoria concursal produce así el que muchas empresas dejen de afrontar su verdadera situación y decidan acometer su solución, liquidándose si no son viables o afrontando su reestructuración, si lo son.