Una sentencia judicial obliga a la propietaria de la plataforma de videojuegos Steam a pagar 4 millones de dólares por infringir una patente.
Hasta cuatro millones de dólares es lo que tendrá que desembolsar Valve para hacer frente a la multa a la que ha sido condenada por infringir una patente. La sentencia viene motivada por el Steam Controller, el mando de la marca que dejó de estar disponible en el año 2019 tras haberse vendido más de un millón y medio de unidades.
El papel de Ironburg Inventions
Este periférico incluía dos botones en la parte trasera, con distintas funcionalidades según el videojuego. Sin embargo, según se ha podido conocer, se trata de un sistema que ya fue patentado en un mando por Simon Burgess, CEO del sello Ironburg Inventions, en el año 2011, cuatro antes de la salida al mercado del Steam Controller (2015).
A pesar de que los desarrolladores del periférico original avisaron a la compañía, los de Valve hicieron caso omiso a la advertencia, quienes tuvieron que enfrentarse a una demanda presentada por Ironburg Inventions que les ha llevado a juicio por infracción de patente.
La sentencia ha sido dictada tras un juicio celebrado a través de Zoom y los propietarios de la plataforma Steam tendrán que hacer frente a una multa multimillonaria, a pesar de haber alegado modificaciones intencionadas en los bocetos presentados en el juicio por los demandantes. Pese a que Microsoft cuenta con unos controles similares, estos sí pidieron una licencia a la compañía que los desarrolló.
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