La cuota que pagan se ha incrementado más de un 20% en la última década, una subida superior a la que se ha registrado entre los asalariados

El actual modelo de cotización de los autónomos tiene los días contados. El Gobierno prevé poner en marcha a partir del año que viene un nuevo esquema que eliminará la posibilidad de elegir libremente la base de cotización y se basará en los ingresos reales, tal y como informó en su plan de reforma de las pensiones enviado el mes pasado a Bruselas.

El objetivo no es otro que aumentar la recaudación de la Seguridad Social de cara a la avalancha de jubilaciones que habrá con la generación del ‘baby boom’, ya que el modelo actual «supone una merma de recursos para el sistema y un nivel bajo de acción protectora para los autónomos», lo que repercute luego en sus pensiones, según señala el documento enviado a la Comisión, que precisa que casi el 85% del colectivo decide cotizar por la base mínima.

Sin embargo, la cotización de los trabajadores por cuenta propia se ha incrementado de forma significativa en los últimos años, lo que deja entrever un cambio claro de tendencia. Es más, desde ATA contradicen los datos que maneja el ministerio dirigido por José Luis Escrivá y defienden que el número de autónomos que cotiza por la base mínima se ha reducido visiblemente desde 2008 y ahora suponen poco más de la mitad del colectivo. Concretamente, de los 3,27 millones de afiliados al RETA, algo más de 1,7 millones cotiza por la base mínima de 944 euros al mes, lo que representa el 52,3% del total.

Bien es verdad que hay que sumar a los cerca de 400.000 societarios que también cotizan por su base mínima, que en este caso se eleva hasta los 1.200 euros. De cualquier forma, si se incluye a este colectivo, el porcentaje de los que cotizan el mínima llegaría al 64,5%, 20 puntos por debajo de los que estima el Gobierno, según los datos de ATA, extraídos de las estadísticas de la Tesorería de la Seguridad Social.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here