“Esperamos que estas buenas noticias sirvan para calmar a los inversores y para contrarrestar las dudas”

La Bolsa sigue confiando en las vacunas para paliar la devastación económica de la pandemia o, cuando menos, para seguir impulsando las cotizaciones, alimentadas también por el dinero fácil de los bancos centrales. Tras dos semanas de alzas, desbocadas al principio y moderadas después, el Ibex 35 ha logrado superar durante la mayor parte de la jornada los 8.000 puntos, cota desconocida desde el 6 de marzo, es decir, en las jornadas previas a la explosión de la pandemia en España, y ya sube más de 1.500 puntos desde los niveles a los que cerró el mes de octubre.

El Ibex 35 fue, sin embargo, incapaz de mantener esa cota y al cierre se situó en los 7.981,12 tras quedar en tablas (+0,04%). La Bolsa vivió una jornada venida a menos, penalizado por Telefónica, que se dejó un 3,94% tras la rebaja de S&P a su rating, hasta BBB- por el impacto de la pandemia y la debilidad de las divisas. La firma de rating anunció este recorte el viernes, al cierre de mercado, acercando a la deuda de la teleco al bono basura, si bien todavía sigue manteniendo el grado de inversión, que es uno de los compromisos de la dirección con la comunidad financiera.

La sesión apuntaba positiva desde primera hora, después de que el responsable del programa de vacunación estadounidense haya asegurado que las primeras dosis podrían suministrarse a mediados de diciembre. Pero las ganancias aceleraron al publicarse los datos de eficacia de la vacuna de Oxford y AstraZeneca

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