El Ministerio de Yolanda Díaz presenta un “modelo de protección diferencial”, con los ERTE por rebrote abiertos a todas las empresas pero un plan específico para las más castigadas.

El futuro de los ERTE, que caducan el próximo 30 de septiembre, se sigue dirimiendo en las negociaciones del Gobierno con los agentes sociales. Entre los puntos planteados por el Ministerio de Trabajo en la reunión de este jueves, se recoge la propuesta de terminar con el llamado contador a cero, es decir, que el Gobierno abriría la posibilidad de que el tiempo en ERTE compute a la otras prestaciones a futuro, de manera que sí se consumiría tiempo de paro.

El documento del Gobierno no es, ni mucho menos, definitivo, y las reuniones continuarán la próxima semana, desde el mismo lunes. En juego hay otros factores, como el de las exoneraciones, fundamental para los intereses negociadores de los empresarios. Estos quieren que las exenciones en las cuotas a la Seguridad Social que las compañías desembolsan por cada trabajador en ERTE se concentren en las empresas que tengan empleados bajo esa fórmula, y que no se acaben utilizando como incentivo para reincorporar a los trabajadores, que a juicio de estas patronales deberían volver a su puesto por la mera demanda de producción.

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